La obra se presentará el viernes 18 de octubre en el Castillo de San Felipe del Puerto de la Cruz
Escritura entre las nubes lanza Plata y Oro, el primer libro de Inés Chamero Díaz, una obra que rinde homenaje a la naturaleza e indaga en distintas emociones mientras presenta un recorrido introspectivo que refleja una transformación. Este poemario se presentará el viernes 18 de octubre, a las 19:00 horas, en el Castillo de San Felipe del Puerto de la Cruz. En el acto intervendrá junto a la autora la editora y prologuista de la obra, Elena Morales.
«Los árboles son poemas que la tierra escribe en el cielo», este pensamiento de Rabindranath Tagore conecta con la poética de Inés Chamero Díaz y su constante canto a la naturaleza, con la que, con frecuencia, intenta fundirse: «Árboles que me acompañan en el camino. Me gustaría ser trasparente para poder estar días en el monte sin que me viesen».
Inés Chamero Díaz rinde homenaje a la nube, al sol, a la Luna, al mar, al cielo, al arco iris y al agua, que se revela como un ente purificador: «Agua, que limpias mis angustias». Pero, igualmente, explora el tiempo —incontrolable—, y reflexiona sobre el orden del desorden o sobre lo que pudo haber sido ya no será.
La poeta indaga en un abanico de emociones y sentimientos que oscilan, o, incluso, se mezclan («En mi inquietud hay algo de calma», dice la autora en un verso), todo ello a través de evocaciones de instantes fugaces en poemas caleidoscópicos y crípticos que adoptan casi la forma de puzles.
El título del volumen, Plata y oro, se corresponde con los dos bloques en los que se estructura. Y con este rótulo la autora expresa una transformación, pues, en este recorrido introspectivo que es la escritura, la plata (que alude a lo secundario) se convertirá en oro (la cúspide).
La ambigüedad y la dualidad son otros aspectos que se revelan en su poesía y con ellas nos remite a nuestros orígenes primigenios, que no están en otro lugar sino en las profundidades de la naturaleza, la «madre más gentil» —en palabras de Emily Dickinson—, la que «solo se aleja / para encender sus lámparas / suspendidas en el cielo / con amor / y cuidados infinitos».
«Los árboles son poemas que la tierra escribe en el cielo», este pensamiento de Rabindranath Tagore conecta con la poética de Inés Chamero Díaz y su constante canto a la naturaleza, con la que, con frecuencia, intenta fundirse: «Árboles que me acompañan en el camino. Me gustaría ser trasparente para poder estar días en el monte sin que me viesen».
Inés Chamero Díaz rinde homenaje a la nube, al sol, a la Luna, al mar, al cielo, al arco iris y al agua, que se revela como un ente purificador: «Agua, que limpias mis angustias». Pero, igualmente, explora el tiempo —incontrolable—, y reflexiona sobre el orden del desorden o sobre lo que pudo haber sido ya no será.
La poeta indaga en un abanico de emociones y sentimientos que oscilan, o, incluso, se mezclan («En mi inquietud hay algo de calma», dice la autora en un verso), todo ello a través de evocaciones de instantes fugaces en poemas caleidoscópicos y crípticos que adoptan casi la forma de puzles.
El título del volumen, Plata y oro, se corresponde con los dos bloques en los que se estructura. Y con este rótulo la autora expresa una transformación, pues, en este recorrido introspectivo que es la escritura, la plata (que alude a lo secundario) se convertirá en oro (la cúspide).
La ambigüedad y la dualidad son otros aspectos que se revelan en su poesía y con ellas nos remite a nuestros orígenes primigenios, que no están en otro lugar sino en las profundidades de la naturaleza, la «madre más gentil» —en palabras de Emily Dickinson—, la que «solo se aleja / para encender sus lámparas / suspendidas en el cielo / con amor / y cuidados infinitos».
Para ella, la escritura supone «un escape de la realidad, una forma de expresión de los sentimientos más ininteligibles». Agradece a la enseñanza el poder dedicarse actualmente a la escritura, así como a personalidades del mundo de la cultura que la han sabido aconsejar, especialmente, Cecilia Domínguez Luis y Juan Cruz, quienes la animaron a seguir adelante en el camino. Plata y oro es su primer libro publicado.