Nací un martes 13 de hace un buen puñado de años, y siempre he sido tremendamente afortunada. Como a todos los niños, me gustaba mucho dibujar, y como crecí y me siguió gustando, me dediqué a ello. Siempre he necesitado dar salida a mi universo creativo. Recuerdo con mucho cariño mis años en el teatro, desde las grandes obras en certámenes regionales o internacionales, hasta el café-teatro, mucho más cercano e íntimo; todas las compañías en las que estuve, toda la gente con la que compartí escenario…
La escritura y la lectura me ha atrapado desde que fui capaz de coger un lápiz. Aún recuerdo la emoción que me produjo aprender a leer. Agradezco profundamente a mi progenitora el amor por las letras que supo transmitirme, y su insistencia en que desarrollara una buena caligrafía.
En la infancia me habitué a escribir diarios personales, que cuando entré en la Facultad de Bellas Artes se convirtieron en diarios de artistas. El campo de la escritura por el que he sentido predilección siempre ha sido el microrrelato. Esta es mi primera incursión poética, el tiempo dirá si seguiré transitando por estos caminos.
Soy, ante todo, una esteta, alguien con el ojo entrenado para apreciar la belleza allá donde esté.
Mónica Chinea Martín
Coautura del libro