El próximo jueves, 15 de septiembre, a las 18:30 horas, la Sala de Exposiciones de la Mutua de Accidentes de Canarias (MAC), radicada en la calle Robayna, 2, en Santa Cruz de Tenerife, inaugura una muestra de dibujos (reproducciones sobre lienzos) de Horacio Bacallado que permanecerá abierta hasta el 30 de este mismo mes. En el marco de la inauguración, el autor firmará ejemplares de su obra Tablero de las sombras (microrrelatos y dibujos) publicada por Escritura entre las nubes.
La exposición abarca un conjunto de reproducciones de dibujos sobre lienzos, en blanco y negro (realizados originalmente en grafito sobre papel), sumergidos en un expresionismo onírico. En ellos destaca la limpieza de los trazos y de las tonalidades grises, con los que crea imágenes de gran fuerza poética, pobladas de simbolismos y metáforas plásticas.
Horacio Bacallado irrumpió en 2015 en la literatura con su libro de micrrorrelatos y dibujos Tablero de las sombras. Primera sección. Según Coriolano González Montañez en el prólogo del volumen: «Horacio Bacallado Bermúdez juega en Tablero de las sombras al ajedrez con el lector. Cada movimiento-texto es una invitación a los que contemplan sus páginas. Espera el siguiente movimiento para conducirnos a la belleza del final, nos dirige a un juego de espejos en el que los personajes se enfrentan a sí mismos y se nos muestran porque nosotros derivamos en partícipes del movimiento del tablero, un movimiento que conduce siempre al jaque mate».
La exposición abarca un conjunto de reproducciones de dibujos sobre lienzos, en blanco y negro (realizados originalmente en grafito sobre papel), sumergidos en un expresionismo onírico. En ellos destaca la limpieza de los trazos y de las tonalidades grises, con los que crea imágenes de gran fuerza poética, pobladas de simbolismos y metáforas plásticas.
Horacio Bacallado irrumpió en 2015 en la literatura con su libro de micrrorrelatos y dibujos Tablero de las sombras. Primera sección. Según Coriolano González Montañez en el prólogo del volumen: «Horacio Bacallado Bermúdez juega en Tablero de las sombras al ajedrez con el lector. Cada movimiento-texto es una invitación a los que contemplan sus páginas. Espera el siguiente movimiento para conducirnos a la belleza del final, nos dirige a un juego de espejos en el que los personajes se enfrentan a sí mismos y se nos muestran porque nosotros derivamos en partícipes del movimiento del tablero, un movimiento que conduce siempre al jaque mate».
«Esta pequeña obra está regida por el orden inclasificable
del Caos, todo en ella es una culminación de toda mi vida anónima, íntima y
solitaria como escritor; me divertí escribiéndola porque las palabras se
encadenan casi sin que yo me diese cuenta: nacían de todos esos seres de luz
que pululan entre mis dedos, cada diminuto relato es una veloz fantasía, una
pequeña locura y un grito silencioso; tras su aparente, sombría y azarosa
oscuridad se oculta un universo de espejos deformantes en el que las palabras
tienen sus propios destinos y sus significados se abomban como burbujas
transformándose como por ensalmo. Transformación. Encantamiento. Soledad.
Explosión. Y así hasta el infinito... La clave es: sentir que estoy vivo»,
concluye el autor.
En cuanto a su trayectoria literaria, Horacio Bacallado ha
contado: «Nací un primaveral seis de mayo de 1957. Fui un niño retraído que
gustaba de leer e, incluso, de escribir. Fantasías se arremolinaban a mi
alrededor. Luego me hice mayor y decidí empezar Geografía e Historia pero no la
terminé. Tuve la enorme fortuna de convertirme en bibliotecario de la
Universidad Laboral. Tuve amores. Y desastres. Soy chicharrero y lagunero a
partes iguales. Me fascinan los libros. Siempre me gustó leer y degustar lo que
leía. Son muchos los autores que he devorado. Me encantan aquellos que crean
mundos fantásticos con historias antiguas. Me declaro poeta, eso significa que
todo el tiempo mi cabeza está inquieta y pasmada, curioseando, buscando
enigmas, patrañas y revoltijos. Nunca he dejado de escribir pero solo publiqué
en los tiempos mozos en fanzines y revistas muy, muy marginales. En mi baúl de
los cadáveres hay muchas cosas viejas, otras están repartidas por el mundo. De
todo eso algo hay que merece una sonrisa, algo hay que merecería ir a la
papelera, algo hay que merece una hoguerita...».