Fecha de edición: abril de 2017
Medidas: 215 x 145 mm. 270 páginas
Acabado: Tapa blanda con solapas de 80 mm
Precio en papel: 15 €
ISBN (papel): 978-84-16385-86-7
Precio en eBook PDF: 4,5 €
ISBN (eBook PDF): 978-84-16385-95-9
ISBN (eBook PDF): 978-84-16385-95-9
Gustavo Alberto Villoria Delgado (Alberto Papy) recoge, en Sueño de Añavingo, una selección de poesías, de índole intimista, escritas a lo largo de un amplio periodo de su existencia.
Gracias a la belleza de sus formas y a la
hondura de los sentimientos universales en los que indaga, estos textos
—creados, en primera instancia, para ser recitados en el ámbito más cercano del
autor— despliegan sus alas hacia esferas más amplias, con el fin de tocar el
alma de todo aquel que desee deleitarse en el caudal de imágenes literarias y
argumentos de estos versos surgidos de una mente serena, pletórica de amor.
El
autor siente la «llamada de la palabra» que le «invita a ser poeta». Con ella,
experimenta en estrofas que transforman su estructura; encadena versos, explota
el poder de la anáfora y la enumeración; condensa y sintetiza metáforas,
comparaciones, personificaciones, sinestesias, oxímoron. Con ella lanza sus
críticas a la sociedad, reivindica injusticias, rompe las máscaras de las
sensaciones, piensa con las emociones y siente con el pensamiento, mientras nos
guiña un ojo cómplice para dejar caer algún consejo. Con ella, recuerda a su
tierra natal querida, América, Venezuela, y evoca territorios que le han dejado
huella (París, Aix en Provence, Teguise, La Gomera, El Teide, Arafo,
Añavingo...). Con ella rinde homenaje a la vida, al hombre, al río, al camino,
al «Creador»…, pero, sobre todo, a sus seres queridos (madre, padre, esposa,
hijos), familiares, amigos, personas que se ha ido encontrando en su periplo por
la vida, artistas que admira. E igualmente, con ella, cierra el círculo y,
bañado en lirismo, reflexiona sobre la propia práctica de la escritura, sus
aspiraciones humildes («hablar para existir / y cantar al despertar la
primavera…) así como sobre el papel del poeta en el mundo. Entonces, su pluma
se vuelve utópica y se colma de buenos deseos, se transforma en discurso y
canto al poder de la voz, a su facultad revitalizante, porque, gracias a la
fuerza de la palabra es posible «trazar altruistas sendas», «destornillar las
bombas,/ gritar las injusticias / y vivir lentamente / la muerte más atroz».